A menudo las personas tienen fantasías sexuales que no se atreven a compartir con su pareja. Esto puede deberse al miedo a ser juzgado, o simplemente a una falta de comprensión por parte de la persona con la que compartes tu vida. Sin embargo, es importante poder hablar de tus deseos sexuales, ya que esto puede conducir a una mejor relación sexual. Si tienes fantasías de dominación o sumisión, es posible hablar de ellas con tu mujer sin herir sus sentimientos. Simplemente tienes que abordar el tema de forma que ella pueda entender tus deseos y no los vea como una crítica hacia ella.
Quiero someterme a mi mujer: ¿por dónde empiezo?
El deseo de someterse a su pareja puede ser fuente de fantasías extremadamente excitantes. Sin embargo, a menudo es difícil saber cómo hablar de ello con tu pareja sin herir sus sentimientos o crear tensiones innecesarias. Afortunadamente, hay algunos consejos que pueden ayudarte a abordar el tema con más facilidad.
En primer lugar, es importante que pienses detenidamente qué quieres exactamente de esta sumisión. ¿Quieres simplemente ser un poco más dominado en la cama, o realmente quieres ser totalmente sumiso a tu pareja? Es importante distinguir entre estas dos cosas, ya que requieren enfoques completamente diferentes. Si simplemente quieres ser un poco más dominado sexualmente, será mucho más fácil hablar de ello con tu pareja, porque no pondrá en entredicho vuestra relación. En cambio, si quieres ser totalmente sumisa, puede que a tu pareja le cueste mucho más aceptarlo, por lo que tendrás que abordar el tema con más cautela.
Una vez que hayas pensado exactamente qué quieres de la sumisión, es importante que hables de ello con tu pareja de forma abierta y sincera. Si te preocupa que no lo entienda o no esté de acuerdo, intenta explicarle con calma por qué quieres probar este experimento. Si eres totalmente sincera y le demuestras que esto no va a poner en entredicho vuestra relación, es muy probable que se muestre más abierto a la idea y acepte que tomes la iniciativa en la cama.
Por último, es importante saber que la sumisión no es algo que haya que tomarse en serio todo el tiempo. Puedes querer someterte a tu pareja para un encuentro sexual ocasional sin que esto cambie nada en vuestra relación. Si encuentras el equilibrio adecuado, podrás disfrutar de los placeres de la sumisión sin poner en peligro tu relación.
¿Por qué querría que mi mujer me dominara?
Soy un hombre y me gustaría que mi mujer me dominara y me sometiera. Puede sonar extraño, pero eso es lo que quiero. Siempre me han atraído las mujeres fuertes e independientes, y me gusta la idea de sentirme sumiso ante una mujer. Me da una sensación de seguridad y me permite relajarme y concentrarme en otras cosas.
Sé que muchos hombres comparten este deseo, pero no se atreven a hablar de ello con sus esposas. Temen que ella no les entienda o no esté de acuerdo con ellos. Pero si eres sincero con ella y le explicas cómo te sientes, puede que esté más abierta a la idea de dominarte.
Hay muchas formas de conseguir que tu mujer te domine. Puedes pedirle que tome decisiones por ti, que te dé órdenes o que te haga cosas que no quieres hacer. También puedes pedirle que te castigue si no haces lo que ella quiere. Si estás seguro de tus sentimientos y sabes lo que quieres, no hay razón para que tu mujer no acceda a dominarte.
Relación dominante-dominada: ¿sólo un juego sexual o una realidad en una relación?
Las relaciones de dominación no son sólo un juego sexual, sino una realidad en la pareja. Hay una diferencia entre sexo y dominación. El sexo es una expresión de amor, mientras que la dominación es una relación de poder. En una relación dominante-dominada, uno de los miembros de la pareja toma el control y el otro se somete. Puede ser físico o mental. Puede ser temporal o permanente. Puede ser consentida o no consentida.
En una relación dominante-dominada, la pareja dominante ejerce poder sobre la pareja dominada. Esto puede implicar fuerza física, sexo, manipulación emocional, persuasión, coacción, etc. La pareja dominada debe obedecer las órdenes de la pareja dominante. Se le puede obligar a hacer cosas que no quiere hacer. Pueden ser obligados a someterse a actos sexuales que no desean realizar. Pueden ser humillados, degradados o maltratados física o verbalmente.
En una relación dominante-dominado, hay un intercambio de poder. La pareja dominante da algo a la pareja dominada a cambio de obediencia y sumisión. Puede ser amor, afecto, respeto, protección, etc. La pareja dominada da su poder a la pareja dominante a cambio de algo que quiere o necesita.
En una relación dominante-dominada, hay reglas y límites. Las reglas las establece la pareja dominante y deben ser respetadas por la pareja dominada. Los límites los establece la pareja dominada y deben ser respetados por la pareja dominante.
En una relación dominante-dominada, existe una relación de confianza. La pareja dominada debe confiar en la pareja dominante para que ésta pueda confiar en ella. La pareja dominante debe sentirse segura con la pareja dominada para que la relación sea sana y duradera.
En una relación dominante-dominada, existe una relación de respeto. La pareja dominada debe respetar a la pareja dominante para que la pareja dominante pueda respetarle a él o ella. La pareja dominada debe aceptar las decisiones de la pareja dominante, aunque sean difíciles de entender o aceptar.
¿Cómo sabes si eres dominante o dominado?
Si quieres que tu mujer te domine y tú seas sumiso con ella, ¿cómo puedes hablarle de ello? Es importante saber si eres dominante o dominado, ya que esto influirá en la forma de abordar el tema.
Hay algunos signos que pueden ayudarte a determinar si eres dominante o dominado. Si tiendes a tomar las riendas y a tomar decisiones, probablemente seas dominante. Si tiendes a seguir a los demás y no tomas las riendas, probablemente seas dominante.
Una vez que hayas decidido tu papel, es importante que te comuniques con tu mujer. Si eres dominante, tendrás que hacerle entender que quieres que ella tome el control y se someta a ti. Si eres dominante, será más fácil pedirle lo que quieres, ya que ella probablemente estará más abierta a la idea de dominar.
En cualquier caso, es importante que seas sincero con tu mujer y le expliques lo que quieres de ella. También es importante darle tiempo para que reflexione y no forzarla a tomar una decisión. Si ella está abierta a la idea de dominar, probablemente estará más dispuesta a probar cosas nuevas y experimentar.
Querer ser dominado por tu mujer y sometido a sus deseos puede parecer extraño para muchos, pero es una preferencia sexual completamente normal. Es importante hablar abiertamente de esos deseos con tu pareja para que podáis experimentar cosas nuevas juntos y enriquecer vuestra vida sexual.
PREGUNTAS FRECUENTES
1- ¿Qué es el fetiche del control?
El fetichismo de control, o fetichismo de la mujer dominante, es un deseo sexual por las mujeres que tienen un papel dominante en una relación. Los hombres con este deseo suelen fantasear con ser dominados y controlados por una mujer fuerte y con autoridad.
2- ¿Por qué fantaseo con ser dominado por mi mujer?
No hay ninguna razón en particular para ello, es simplemente un deseo sexual. A algunos hombres les excita sentirse sumisos y descontrolados, sobre todo si se trata de una mujer a la que quieren y respetan.
3- ¿Es normal fantasear con ser dominado?
Sí, es perfectamente normal. Muchos hombres tienen estas fantasías y no hay nada malo en ello. Es una forma de vivir su sexualidad y disfrutar.
4- ¿Cómo puedo hablar de ello con mi mujer?
Es importante abordar el tema con respeto y franqueza. Explícale cómo te sientes y por qué te excita. Pregúntale si le interesa este tipo de juego sexual y si está dispuesta a probarlo.
5- ¿Qué pasa si mi mujer se niega?
Si tu mujer se niega, debes aceptar su decisión y no insistir. Puede ser difícil, pero debes respetar su elección. Siempre puedes intentar encontrar otras formas de satisfacerte sexualmente, como la masturbación o las películas pornográficas.